La saya de Chicaloma es una de las tradiciones más enraizadas de la Cultura Afroboliviana. Esta expresión cultural contagiosa está conformada por música y ritmos de matices africanos.
Sus singulares melodías son interpretadas únicamente por los afrodescendientes de las regiónes de los yungas paceños, se desenvuelven al compás de los tambores y de la rítmica de las voces de sus participantes. El rol que desempeña la mujer en la danza es fundamental, ya que ella guía, dirige y ordena los cantos en la saya. Los hombres tocan de forma simultánea el bombo, mientras uno rasga la coancha o “req ́e”, las tonadas son marcadas por el cascabel del capataz o caporal que guía la danza. Las coplas son utilizadas para expresar sus sentimientos, hablan del sufrimiento de la esclavitud durante los siglos pasados, del duro trabajo del campo, de sus esperanzas y sueños. La Saya se convierte en una de las expresiones culturales más representativas del Departamento de La Paz. Por su invalorable aporte a la cultura boliviana, se ha hecho posible la declaratoria de “Patrimonio Cultural Nacional”. La vestimenta para hombres y mujeres se caracteriza por pantalones y polleras de color blanco, el material utilizado en su confección es el tocuyo, las camisas y las blusas son de color rojo, análogo al guindo; ambos colores se ven representados en su bandera. Para los Afrodescendientes de Chicaloma: el rojo representa “la fuérza y la “energía” y el blanco, la esperanza de una mejor vida, asi como un sentimiento de amistad hacia los demás.